Día del Libro Alejandra 3ºD.

  Vuestra compañera, Alejandra Laselle Damián de 3º D, ha hecho un cuento que quiere compartir con vosotros.
Ella espera que os guste. Un beso a todos.
Celebremos "El Día del Libro" leyendo.

               LAS CUATRO AVENTURERAS

    Hola, soy Alejandra. Quiero dedicar este cuento a todos los que se quedan en casa y a todos los médicos.

                        # YO ME QUEDO EN CASA #

   Es un cuento para todo el mundo y muy fácil de leer.

   Quiero dar las gracias a mi familia y mis amigos.

   ¡Comenzamos!

    Hola , mi nombre es Alejandra y este cuento no se trata solo de mí, sino de cuatro chicas llamadas: Daphne, María, Marina y yo.

    A finales de enero hubo un caso de una enfermedad nueva, llamada: *coronavirus* y nos teníamos que quedar en casa. Un día, en las noticias , dijeron : “A las 8 hay que aplaudir”. Al día siguiente comienza nuestra aventura.

     Daphne rompió la regla de quedarse en casa y nos llamó para que fuéramos. Cuando llegamos nos encontramos con un portal mágico que estaba en un parque y tenia forma de virus. ” ¿Queréis que entremos? ” -    nos preguntamos.Pues al final decidimos entrar y era un mundo mágico lleno de colores negros, blancos y grises. Parecía un mundo muy triste.

    Maria encontró una carta que decía:¨Soy el coronavirus y estoy en vuestro pueblo y tenéis solo cinco dias para echarme de él¨.

    Empezamos a caminar por el mundo mágico . Después de tres kilómetros,   Marina dijo : “Vamos a coger este coche y yo lo conduciré”. Parecia una locura muy divertida. Llegamos hasta la puerta de un castillo en donde se encontraban... ¡nuestros familiares!

    Entramos en el castillo y a mí se me ocurrió disfrazarnos de habitantes de ese mundo mágico. Quedamos hechos unos cuadros. “Ja,ja,ja”,- no podíamos dejar de reírnos. De repente, un guardia nos pilló y nos encerró en una mazmorra . Dentro de la mazmorra había un mensaje que decía :

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   ¨Todo el mundo tiene poderes si mira en su interior¨. Comenzamos a buscar en nuestro interior, no en el corazón, ni en el pulmón, aún más adentro.

   Pasó la noche, María y Marina encontraron su poder y consiguieron abrir la puerta para escaparnos. Cuando salimos, nos encontramos con nuestros hermanos e intentamos hacerles felices, pero no funcionó, estaban como hechizados.

   Subimos a la segunda planta del castillo, nos encontramos con nuestros abuelos y también lo intentamos. Yo le dije a mi abuela: “Existe un poder que te salvará”.

   De repente, mi abuela sonrió y me cogió la mano diciendo:”No necesitamos un poder, sino, las palabras de amor”. Nos dimos todos la mano y bajamos a la planta inferior para hacer felices a nuestros hermanos.

   Luego, mi idea fue separarnos. Yo cogí a mi hermana, que ya estaba feliz, y subimos a la tercera planta a buscar a nuestros padres. Una vez todos juntos, subimos a la cuarta planta y nos reunimos allí todos los familiares y las cuatro amigas. De pronto, de detrás de una sábana que había en aquel lugar, apareció *el coronavirus* y dijo: entrégame tu vida para salvar a tu familia y amigos. Yo le contesté enfurecida: ”Te entrego mi vida, pero antes tienes que dejar libre a mi familia, a mis amigas y sus familiares”.

   El *bicho* accedió a ello. Les dije a todos que corrieran y se salvaran. Cuando me quedé con él a solas le cogí de la mano. Mientras tanto, Daphne encontró su poder y llenó de agua al *coronavirus*. En ese momento aproveché para darle una patada en todos los morros para que me soltara. Las dos amigas salimos corriendo de allí.

   Cuando llegamos al sitio por donde habíamos entrado a ese mundo nos encontramos que estaba cerrado. ¿Ahora qué hacemos?, nos preguntamos. Nos separaremos y buscaremos una llave para abrir el portal, dijimos.

   Las cuatro amigas nos dirigimos al castillo nuevamente, los padres e hijos a un mercado, los abuelos a un parque y el resto de amigos a buscar por tiendas.

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     Al llegar al castillo fuimos buscando por todas las plantas, hasta

llegar a la cuarta donde aún estaba en el suelo *el coronavirus* de

la patada que le había dado, pasamos muy despacio por delante

para coger un mapa que parecía decir cómo salir de ese mundo. Lo cogimos, pero aun queríamos una última aventura. Se nos ocurrió limpiar al *bicho*. Nos quedaban solo 6 horas para hacerlo. Empezamos a limpiar y limpiar hasta que desapareció del todo. Ahora solo nos quedaban tres horas para poder salir de allí. Seguimos el mapa y efectivamente, encontramos una llave. Corrimos a buscar y reunir a todos los demás para poder abrir el portal y por fin regresar a nuestro pueblo auténtico. Lo conseguimos por unos pocos minutos.

   Abrí los ojos y me desperté en un hospital junto a mis amigas. Nos dijeron que habíamos estado tres días dormidas y que nada ni nadie nos había podido despertar. Intentamos decirles que no habíamos estado dormidas y que no había sido un sueño lo que nos había pasado. En fin, nadie nos creía, pero dentro de mi bolsillo, efectivamente, había una llave.

   A los cinco días fui al parque aquel del pueblo donde empezó todo y probé a abrir el portal con la llave que aún tenía en el bolsillo. Se abrió y ya no tenía forma de virus, sino que, tenía forma de corona. Entré y pregunté al guardia que estaba allí: ”¿Por qué yo nunca había tenido ningún poder? ” Él me contestó: ”Tú tienes tu poder desde que naciste”. Después de aquello, salí del portal y lo cerré con la llave nuevamente.

   Llamé a mis amigas y las comenté que teníamos que deshacernos de aquella llave o guardarla por si nos hacía falta otra vez. Decidimos guardarla muy bien.

   Me fui corriendo a mi casa. Empecé a buscar por distintos mapas y esquemas del pueblo y descubrí que en todos los parques existían muchas más puertas esperando a ser abiertas.

FIN

ALEJANDRA LASELLE DAMIÁN 3º D

COLEGIO PÚBLICO NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO

TORRES DE LA ALAMEDA

Jueves, 23 de abril de 2020

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